Amor eterno: los romances épicos de la India

Al llegar febrero, el aire se impregna de amor. Las florerías rebosan de flores rojas llamativas, los restaurantes se adornan con vibrantes corazones rosados, y los hoteles presumen escapadas chic para San Valentín. Pero retrocedamos unos siglos atrás a un mundo ajeno al romance por llamada rápida, deslizamientos y emojis. Un mundo donde los adoquines brillaban a la luz de la luna, las reuniones clandestinas se llevaban a cabo detrás de imponentes murallas fortificadas, se derramaba sangre por amores prohibidos, y se erigían monumentos sobre tragedias desgarradoras del corazón. Revive las sagas de amor más épicas de la India, ambientadas frente a los icónicos hitos. Escritas con tinta impregnada de intriga, pasión y sacrificio… lo suficiente como para hacer que el corazón dé un vuelco.

Delhi: Prithviraj y Samyukta

La leyenda cuenta que en el siglo XII, el rey Rajput Prithviraj Chauhan y Sanyogita, hija del rey de Kannauj, Jayachand, se enamoraron al verse retratos el uno del otro. Jayachand, quien se oponía a la unión, organizó un Swayamvar (asamblea de pretendientes) para el matrimonio de su hija e instaló una estatua de Prithviraj como portero para burlarse de él. Desafiante, Sanyogita le puso una guirnalda a la estatua cuando Prithviraj salió de un rincón escondido, y huyeron a caballo. Los restos de las murallas de Qila Rai Pithora de Prithviraj Chauhan se pueden ver dispersos por el sur de Delhi.

Chittorgarh: Padmini y Ratan Rawal Singh

La conmovedora historia de amor de Rani Padmini y Raja Ratan Rawal Singh se desarrolló en los siglos XIII-XIV dentro de las majestuosas murallas del Fuerte de Chittorgarh, cerca de Udaipur en Rajastán. La serenidad del reino dio un giro dramático cuando el gobernante mogol Alauddin Khilji desencadenó un implacable asedio a Chittorgarh, impulsado por un deseo insaciable por la hermosa reina. En un profundo acto de valentía y sacrificio, Padmini cometió un «Jauhar» (autoinmolación) para salvaguardar su honor.

Mandu: Roopmati y Baz Bahadur

Mandu, una pintoresca ciudad en Madhya Pradesh, resuena con la historia de amor del siglo XVI de Rani Roopmati y Sultan Baz Bahadur. Roopmati, conocida por su voz dorada y su belleza etérea, se convirtió en la reina de Malwa después de casarse con Baz Bahadur. Su idílica vida de música y poesía fue interrumpida cruelmente cuando Adam Khan atacó Mandu. Baz Bahadur fue asesinado, mientras que Roopmati terminó su vida envenenándose. Las maravillas arquitectónicas de Mandu, incluyendo el Jahaz Mahal y el Pabellón de Roopmati, todavía hacen eco de las baladas de este romance malogrado.

Agra: Shah Jahan y Mumtaz Mahal

El símbolo más cautivador de la India, el Taj Mahal, fue construido en el siglo XVII para inmortalizar el amor eterno entre el emperador mogol Shah Jahan y Mumtaz Mahal. La impecable belleza del monumento de mármol blanco es el gran tributo de Shah Jahan a su esposa, madre de sus 14 hijos y amor de su vida. El mármol blanco etéreo, las intrincadas tallas y los jardines simétricos crean un espectáculo encantador, atrayendo a visitantes de todo el mundo para maravillarse con su esplendor impecable.

Pune: Bajirao y Mastani

La trama histórica de Pune está entrelazada con la historia de amor del Peshwa Bajirao y Mastani. En el siglo XVIII, Bajirao, el carismático Peshwa del Imperio Maratha, se enamoró locamente de Mastani, hija del Maharaja Chhatrasal de Bundelkhand y su esposa persa-musulmana Ruhaani Bai. Su amor estaba destinado a enfrentarse a la hostilidad familiar y a la oposición social. La residencia de Mastani en Shaniwar Wada en Pune simboliza su romance apasionado.

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